ISAAC CRUZ, EL “PITBULL” DEL BOXEO

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Tremenda cartelera como pocas veces suele suceder por estos tiempos, acaba de acontecer en el T Mobile Arena de las Vegas, Nevada, con la disputa de cuatro campeonatos mundiales de  boxeo profesional en una sola noche. Algo increíble, nunca antes se hubiera pensado en armar una velada gigante con peleadores de cartel en el box mundial. Eso sucede en un país que goza de todas las garantías con el respaldo del que pagó una boleta porque el escenario estaba repleto de público.

Las Vegas, Nevada. (Especial)

PORTAL MACONDO NOTICIAS

La fiereza en el cuadrilátero del boxeador mejicano, Isaac Cruz, es similar, parecido, a las que suelen emplear los perros de la raza “Pitbull”, que no descansan hasta alcanzar su objetivo, su presa, su enemigo, para vencerlo. 

Así se puede catalogar el desempeño del diminuto púgil azteca, que, siendo inferior, en estatura, pero muy superior en la pegada y mucha decisión, pasó sobre el cubano Ricardo “Rollo” Romero, a quien noqueó en siete vueltas, para adjudicarse un nocaut técnico, como también coronarse nuevo monarca de la 140 libras, o, Superligero, por el Consejo Mundial de Boxeo, CMB.

El Pesaje

Esta “pelea”, el “rifirafe” entre el cubano “Rollo” Romero, poseedor hasta ese momento de fajón que lo acreditaba como el monarca de la división, comenzó en el mismo instante del pesaje oficial, donde el isleño despotricó de su rival, a quien trató y llamó, “enano”, por su corta estatura. A lo que Cruz, le respondió que eso lo iban a resolver encima del cuadrilátero.

Con estas posiciones, de uno y otro peleador, los ánimos estaban caldeados. Romero, en notas de prensa, había establecido que si ganaba, no iba a dar revancha, puesto que su camino estaba expedito hasta categoría de los welter, que equivale a las 147 libras.

La Pelea

La confrontación presentó lo que ya estaba analizado y comentado de antemano. Un peleador como Cruz, que sólo mira a su objetivo que está enfrente. Sin pestañear, sin quitarle la vista, comenzó a tirar sus “mazazos” con volados de izquierda y derecha, logrando castigar al cubano Romero, que dobló las piernas en ese mismo primer episodio. Trastabilló, cedió, pero no cayó al tapiz. Se agarro del oponente y pudo campear el temporal de golpes.

Del segundo asalto en adelante, Ricardo “Rollo” Romero tuvo más cuidado del ataque de su opositor, que no sabe dar un dar un paso atrás, por el contrario, se convirtió en un perro de caza en busca de su rival. Por su parte, Romero, tiraba muy poco sus manos, estaba más pendiente del “Pitbull” Cruz que poco a poco se fue adueñando de la pelea, porque en cada ataque con su trabajo al cuerpo para desgastar al enemigo, siguiendo y terminando en la parte superior del tronco.  

La presencia en la programación de pugilistas latinos, le entregó un ingrediente más, puesto que le toca la fibra a los aficionados de este lado del Río Grande, quienes se identifican con los pegadores de este sector del mundo. Ya, que, en dicha programación, estaban incluidos dos peleadores cubanos, dos mejicanos, dos australianos,  un venezolano y un estadounidense, de buen desempeño en sus disputas dejando buena impresión entre los presentes, medios de información, empresarios y público.

Eso se hizo repetitivo en los siguientes episodios. Un Isaac Cruz, apodado el “Pitbull”, persiguiendo a su opositor, tratando siempre de cerrarle los ángulos, buscando encerrarlo en una esquina, pero hábilmente su contrincante evadía, y se retiraba de esa zona, escapando del cuerpo a cuerpo, donde era inferior a Cruz.

Ese mismo “Rollo” Romero, por momentos metió sus manos con solidez, con potencia, pero ni eso hizo desistir al “Pitbull” de perseguirlo, de soltarle las manos para tratar de acabar la pelea lo antes posible.

El Nocaut

Para el quinto acto, Rom Taylor, tercer hombre en el cuadrilátero,  sanciono al bajarle un punto a “Rolly” Romero, puesto que en varias ocasiones, rounds anteriores, le había llamado la atención por estar amarrando al opositor, además de echarle encima el cuerpo, en forma de desgastar, de cansar a Cruz. Esto, no le bajó la guardia al mejicano que siguió en su andar, buscando al oponente.

Para el séptimo round, nuevamente “Pitbull” Cruz llegó a colocarle fuertes combinaciones a la zona media, lugar donde siempre comenzaba su ataque de desgate, para seguir con sus mazazos a la zona de la cabeza. Logrando nuevamente que Romero estuviera mal, doblando las piernas, pero no caía al tapiz.

Finalización

El desenlace, la finalización del pleito, llegó en la novena vuelta, cuando Cruz, el popular “Pitbull”, comenzó con un ataque demoledor, golpes en forma de  volados que hicieron impacto en Romero, que se fue contra las cuerdas, hasta allí lo persiguió el mejicano que siguió golpeándolo con fiereza hasta cuando intervino el árbitro Taylor, que detuvo el desigual combate.

Ricardo “Rollo” Romero quedó con un historial de 15-2- 13 nocaut. Mientras que su opositor y nuevo campeón mundial de los Superligeros o Welter Junior, Isaac “Pitbull” Cruz, ahora es de 26-2-1- 17 nocaut.

Reacciones        

“Pitbull” Cruz

“Se comió la basura”

El más sonriente era sin duda, Isaac “Pitbull” Cruz por haber conquistado la corona. Además, que se hizo respetar por los insultos que le propinara en el pesaje oficial el cubano “Rollo” Romero, que trató de deslucirlo, pero este le contestó que en el ring allí hablamos: “Muy contento, agradecido con mi Dios, por esta oportunidad. También a mis seguidores, para los que vinieron apoyarme. Yo trabajé para esto. Me preparé para que se comiera la basura que me dijo en el pesaje, Le contesté, arriba del ring nos vemos. Vamos a tener campeón mejicano en las 140 libras”, puntualizó.  Al referirse sobre su futuro inmediato, lo venidero, señaló: “Sobre quien va a ser el rival,  el que sea. Hay un cinturón para exponerlo ante quien sea, para Germonta Davis, para quien sea”, expresó.

“Trabajé enfocado, que él, iba a caer. Lo dijimos en la conferencia de prensa. le hicimos que se tragara sus palabras”, dijo.

Remató, diciendo, “para quien quiera y como lo quieran, tenemos en nuestro poder un campeonato del mundo. Los interesados les puedo decir que les peleo en las  135 0 149 libras. Quien lo quiera”, terminó con esta sentencia Isaac “Pitbull” Cruz.

“Estaré de regreso”

“Rollo” Romero

Por su parte el cubano Ricardo “Rollo” Romero, no tenía palabras, se mostró incómodo, golpeado, con algunos moretones en su rostro,  tumefactos, dando muestra de desgano ante las pregunta de una reportera. ”Honestamente. Felices pascuas. Gracias por venir. Estaré de regreso”, así de lacónico terminó su mensaje, este púgil isleño que se encontraba abatido por su presentación y también por haber dejado escapar el título mundial, que ahora está en poder de otro peleador.

SIGO SIENDO EL “REY” MARTÍNEZ, RETUVO SU TITULO

Exhibiendo un boxeo pobre, desorganizado, donde la fundamentación está muy lejos para convertirse en un excelente peleador, pero sigue dependiendo únicamente de sus golpes, Rey Martínez resultó ganador por decisión en 12 asaltos, superando al púgil venezolano, Dionisio Córdoba, para retener el fajón mundial de los gallos, 112 libras, versión Consejo Mundial de Boxeo.

La disputa, hizo parte de los cuatro campeonatos orbitales que se disputaron este sábado de gloria, 30 de marzo, en la gigantesca cartelera de boxeo celebrada en el T Mobile Arenas, de las Vegas, Nevada.

Rey Martínez desde la arrancada demostró que sólo tiene pegada y nada más. Cambia piñazos a diestra y siniestra, siempre esperanzado en su demoledora pegada que resulta haciéndole daño al rival. Esa es su marca predilecta de su boxeo bastante rústico, pero siempre caminando hacia adelante, buscando a su opositor.

Producto de esa forma de enfrentar a los rivales, esta vez tuvo como oponente al peleador venezolano, Dionisio Córdoba, quien fue víctima en el tercer asalto al tratar, equivocadamente, intercambiar golpes con el mejicano, que los derribó en dos ocasiones, para que le realizaran la cuenta de los ocho segundos por parte del referee.  

El país que más se favoreció con los resultados celebrada en el T Mobile, sin duda fue la presentación de México. Retuvo un título mundial, y, además, sumó otro corona que antes no lo tenía, logrando aumentar el número de campeonatos del mundo que ha conseguido a lo largo de todo estos tiempos. Cuba, por su parte, retuvo un campeonato, pero cedió un segundo cetro orbital. Mientras que la embajada de Australia, la tierra de los Canguros, fue la que llevó del bulto, perdieron un título orbital, mientras que el segundo cayó po nocaut en dos vueltas. Los venezolanos también tuvieron un revés. Y los Estados Unidos, se alzaron con una corona mundial de boxeo.

Pero, desde ese mismo momento, la esquina de Córdova le habló, cómo debía trabajarle al campeón mundial de las 112 libras, al mejicano Rey Martínez. Se aprendió la lección y desde ese momento comenzó a bailotear, a estar fuera del foco de Martínez, entraba con varias combinaciones, se retiraba, lo cual trajo desespero en el titular mundial de la división al no poder golpear con contundencia.

Reacción favorable

Este fue un segundo aire para el venezolano Dionisio Córdoba, que comenzó a realizar el boxeo que más le convenía. Pegar, salir, bailotear, no intercambiar disparos con su oponente. Es tanto ese cambio en la pelea que comenzó a equilibrarla, a desesperar al campeón mundial Martínez, que siempre atacó alocadamente, sin medir las consecuencias. Casi se la pasaba abanicando con sus potentes golpes que se perdían en el vacío. En otras ocasiones del pleito, Martínez logró meter sus manos en momentos en que era atacado por su rival, incluso golpeo fuertemente al venezolano que enseguida puso pie en polvorosa.

Heridas

El maltrato que resultó con dos heridas en el rostro producto de sendos cabezazos fue el manito Rey Martínez. A partir del octavo, sangró profusamente por la ceja derecha. Luego en el décimo, le abrieron otra herida, esta vez en el pómulo izquierdo, lo que originó que de manara abundante sangrara, estas heridas lo molestaron por momento, que fue aprovechada por su contrincante, que también lo golpeó continuamente, haciéndolo sangrar continuamente por las heridas que siempre se mantuvieron abiertas. Las estadísticas establecieron que Dionisio Córdoba, lanzó 777 golpes en el transcurso de la pelea. Mientras que campeón con 564 golpes enviado.

Reacción

“Varios cabezazos”

“Fueron varios cabezazos los que me produjeron las dos heridas. Estoy muy contento. Me aguantó toda la artillería. Cayó dos veces a la lona. hubo una tercera, no la contabilizaron. Mi respeto para él. Lo que se iba estaba en un corre, corre. Lo tocaba. Ahora, voy por los cuatro cinturones, AMB, FIB y OMB”, opinó.

ERISLANDER LARA, UN CUBANO ANESTESIANTE

Erislander Lara es toda una institución en el boxeo tanto aficionado en representación de Cuba, donde dejó un historial, con dos medallas olímpicas. Además, que todavía a los 40 años, sigue vigente, en el profesionalismo, dando que hacer en la división de los medianos, como lo acaba de corroborar en su presentación frente al australiano, Michael Zerappa, a quien despachó por nocaut en dos asaltos. Reteniendo el fajón de las 160 libras de la Asociación Mundial de Boxeo, AMB.

Esta era una pelea de pronósticos reservados, puesto que tanto Lara como Zerappa, tenían ganado un nombre por sus fuertes golpes, manera poco usual, de definición de sus presentaciones.

En la misma arrancada, el australiano logró tomarse confianza y dispuso de varios golpes, en un ataque prematuro sobre la humanidad del cubano. Este, por su parte, se mantuvo analizando, haciendo una pelea con jab y un poco de riposta. Un round que se conoce más de estudio entre los peleadores.

Definitiva

Para la segunda y definitiva vuelta de la pelea, Erislander Lara siempre se mantuvo expectante, esquivo, con los ojos bien abierto, para poder  meter sus poderosos golpes. Mientras que Zareppa, buscó más acercarse, trabajar en la zona media, tratando de golpear con sus combinaciones. Ese primer minuto, transcurrió, así de esa manera. Cuando se cruzaron golpes, en una esquina neutral, el peleador cubiche sacó una mano izquierda centelleante, y,  sobre todo anestesiante, que explotó en el rostro del australiano, que cayó a la lona. Se intentó levantar, pero su cuerpo estaba pesado, sus piernas no respondían. El   tercer hombre en el ring, le hizo conteo de los ocho segundos. Zerappe, intentó levantarse, su cuerpo se fue hacia atrás, contra las cuerdas, suficiente para que el árbitro decretara el nocaut.

SEBASTIÁN SE ENFUNDÓ DOS TÍTULOS MUNDIALES

A quien le van a dar, le guardan, precisamente este refrán le queda al dedillo al espigado peleador norteamericano, Sebastián Fundora, quien apenas hace 15 días, le avisaron para cumplir con esta pelea por el campeonato del mundo de los Superwelter, 154 libras, que estaba en poder de su oponente y titular indiscutido, el australiano Tim Tszyu, al que superó estrechamente por decisión dividida en 12 asaltos.

Fundora, se encontraba en el gimnasio, pero no tenía cometido inmediato, sólo era una preparación personal, por lo que no pregunto ni contra quien, solo esperaba una oportunidad y era esta precisamente.

Pero era tal su trabajo físico y de gimnasio, de acondicionamiento, se pudo establecer un recorrido de 12 asaltos, frente a un oponente de la calidad de Tim, que lo exigió, pero con el inconveniente que arrastró a lo largo del encuentro mundialista, precisamente, una herida en el cuero cabelludo, a raíz, de un codazo, producto de un cuerpo a cuerpo con Fundora, que lo perjudicó a lo largo del pleito porque no se le pudo detener la hemorragia continua que siempre le cubrió de sangre el rostro.

Jab, incesante

Esa herida sirvió para que un incesante martilleó por parte de Fundora, con un jab con su mano derecha, que siempre fue a parar precisamente al sector de la herida, que nunca pudo su esquina detener, puesto que la vaselina impuesta en la zona afectada, de nada servía cada vez que se reanudaba el asalto.

A Tim Tszyu, con menor estatura, pero una calidad boxística indiscutida, tampoco le importaba que su rostro lo bañara de sangre, parecía un penitente en semana santa. Nunca dio el paso atrás, siempre trató de esquivar las manos de Fundora por su mayor longitud y estatura.

Hasta el punto en mitad de la pelea, cuando se creía que el norteamericano, podía alzarse con la diadema de la división, tuvo que mantenerse allí frente a un campeón mundial con charreteras, porque nunca aflojó, sino que se mantuvo siempre como los grandes guerreros, defendiendo su espacio, su terreno, su corona.

Ritmo

La disputa mundialista de los Superwelter se puede decir que nunca tuvo un momento donde se pudiera apreciar que esta iba a terminar. Se manejó en un solo plano, Sebastián Fundora, dando su recital de jab, metiendo su izquierda larga, pero cuidándose mucho de Tim, porque con su temible pegada y sus volados, intentó siempre de sorprenderlo.

Curiosidad

Para el espigado Sebastián Fundora, a quien se le conoce con el remoquete, el apodo, de la “Torre Infernal”, por su estatura, se apoderó de dos títulos mundiales en la misma noche. El  que le arrebató a Tim, y la segunda diadema, había quedado vacante, interina, por lo que estaban en juego. Fue una curiosidad y la manera como se alzó con estos dos fajones orbitales.

La Familia Fundora también tiene otro campeón mundial de boxeo, su hermana Davy Fundora, quien estuvo en una esquina siempre animando a su hermano es poseedora de una corona.

Sebastián Fundora, zurdo, con registro 20-1-1 1 nocaut.  Con una estatura, espigado para la división. 1.94 metros.

El veredicto de los jueces que determinaron la decisión mayoritaria a favor de Fundora 115/113 y 115/113. Mientras que el tercer juez falló a favor de Tim 116/112.

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